¡ Come
con el cerebro !
Michael Pollan, el autor de “Food rules” parte del sentido común y propone
que para comer bien solo se necesitan un par de dedos de frente.
1. No coma nada que no se pudra
La comida de
verdad o está viva o lleva poco tiempo muerta. En todo caso, el margen que la
separa de ser basura es pequeño. Todo lo que no cumpla este requisito es porque
ha sido procesado hasta la inmortalidad con tantos agentes químicos que no
atrae ni hongos ni bacterias.
2. Compre en
las paredes de los supermercados, no en los pasillos
La comida
fresca –los productos agrícolas, carne, pescado, lácteos– se pone en las
paredes porque así es más fácil reponerla. Y la procesada acaba en los
pasillos. Cuanto más se aleje de ellos, mejor.
3. Evite las
cosas que su abuela no entendería como comida
¿Celulosa?
¿Diglicéridos etoxilados? ¿Quién le ha dicho que esas cosas se pueden meter en
la boca? Si no reconoce un ingrediente es probable que se trate de un
componente químico. No hay pruebas de que estos sean un peligro para la salud,
pero piénselo: la raza humana no lleva mucho tiempo comiéndolos. No se la
juegue.
4. Coma solo
animales que hayan comido bien
La evolución
ha diseñado fantásticos rumiantes, capaces de convertir hierba en grasas
saludables (mucho omega tres y poco omega seis). La industria alimentaria los
ha cogido y los ha cebado de pienso energético para que crezcan más y peor.
5. Cuanto
más blanco sea el pan, más joven morirá usted
Ingerida tal
cual, la harina es como un chupito de glucosa: no tiene las virtudes de otros
granos (fibra, vitamina B y grasas saludables) y arrasa el organismo. Es como
el tabaco: cuanto antes la deje, más vivirá.
6. Coma
plantas, sobre todo si tienen hojas
Hay cientos
de miles de estudios que prueban que una dieta rica en fruta y verdura reduce
las posibilidades de morir de alguna enfermedad occidental como el cáncer. En
los países en los que se come medio kilo diario de fruta y verdura (suele
coincidir que son los que más obedecen las tradiciones: no es mala idea pensar
en la comida como un japonés), las tasas de cáncer son la mitad que en un país
como Estados Unidos. Usted mismo.
7. No compre
comida que se llame igual en todo el mundo
Hay
traducción al francés para canónigos, pero no para Big Mac ni Pringles.
¿Coincidencia?
PUBLICADO EN EL PAIS, EL
19 DE NOVIEMBRE DE 2013
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