miércoles, 12 de febrero de 2014

SÍNDROME DEL INTESTINO IRRITABLE



  • ¿Qué es?
El colon irritable o'Síndrome del Intestino Irritable', es un cuadro crónico y recidivante caracterizado por  dolor abdominal y/o cambios en el ritmo intestinal, acompañados o no de una sensación de distensión abdominal, sin que se demuestre una alteración en la morfología o en el metabolismo intestinal, ni causas infecciosas que lo justifiquen.
  • Causas
No se conoce ningún mecanismo único , lo más aceptado y demostrado es que existen alteraciones de la motilidad y/o de la sensibilidad digestiva, influenciadas por factores psicológicos. Además, se han propuesto otras diferentes alteraciones que también podrían influir en esta enfermedad: gastroenteritis, intolerancias alimentarias, alteraciones hormonales y factores genéticos.
  • Síntomas de Colon irritable
Los síntomas digestivos propios son el dolor y la distensión abdominales, y la alteración del ritmo intestinal.
·         El dolor abdominal suele ser difuso o localizado en hemiabdomen inferior, habitualmente no irradiado, de tipo cólico, opresivo o punzante, en general leve o de moderada intensidad, con una duración inferior a las dos horas, que alivia tras la defecación y que suele respetar el sueño. El inicio o la presencia del dolor abdominal se asocia habitualmente con deseos de defecar o con cambios en la frecuencia o consistencia de las deposiciones y frecuentemente, el paciente relaciona su comienzo con la ingesta de algún alimento.
·     Las alteraciones del ritmo intestinal pueden manifestarse con predominio del estreñimiento o de la diarrea, o de forma alterna diarrea-estreñimiento. La distensión abdominal y el meteorismo se desarrollan progresivamente a lo largo del día y son referidas como "exceso de gases". Son frecuentes la saciedad precoz tras la ingesta, las nauseas, los vómitos y el ardor torácico (pirosis).
·          Otros síntomas son la sensación de evacuación incompleta y la presencia de moco en las deposiciones.
  • Diagnóstico
El diagnóstico se basa en una minuciosa historia clínica junto a una completa exploración física,para completar el diagnóstico de sospecha, se realizan diversas pruebas complementarias que nos descarten la existencia de patología orgánica (diagnóstico por exclusión). Entre estas pruebas complementarias podemos incluir análisis generales y específicos de sangre, orina y heces, estudios radiológicos de abdomen con y sin contraste, ecografía abdominal y sigmoidoscopia/colonoscopia. Dependiendo de los síntomas y de la edad del paciente, determinaremos en cada caso las pruebas más adecuadas para llegar al diagnóstico.
  • Medidas:
 Las posibilidades actualmente disponibles incluyen:
·         Medidas higiénico-dietéticas: evitar temporalmente aquellos alimentos y bebidas que desencadenen o empeoren sus síntomas (tóxicos como el tabaco, estimulantes como el alcohol y el café, los que produzcan gases en exceso, etc.). Realización de ejercicio físico adecuado a su edad y evitar el sedentarismo. Si predomina el estreñimiento habrá se aconseja el aumento en la ingesta de fibra (frutas, verduras, cereales, ensaladas, ...)
·       Fármacos: sólo cuando la intensidad de los síntomas así lo aconseje, dirigidos a controlar el síntoma predominante y durante un periodo limitado de tiempo. Pueden ser inhibidores de los espasmos (espasmolíticos), estimulantes de la motilidad (procinéticos), antidiarreicos, laxantes, antidepresivos y ansiolíticos.
·         Otras: psicoterapia, acupuntura e hipnoterapia.
  • Otros datos
Muestra una clara predilección por las mujeres (14-24 por ciento frente al 5-19 por ciento en los varones). Suele aparecer antes de los 35 años, disminuyendo su incidencia a partir de los 60 años. Es más frecuente en pacientes con otras patologías digestivas funcionales (sobre todo dispepsia -molestias inespecíficas de estómago- no ulcerosa), en mujeres con alteraciones ginecológicas (dismenorrea) y en pacientes con enfermedades psiquiátricas (bulimia, depresión, esquizofrenia).




3 comentarios:

  1. Me parece un artículo muy interesante relacionado con el organismo del propio ser humano. Me ha servido de mucha ayuda ya que antes de leerlo no sabia de que se trataba dicho síndrome. Aporta mucha información y gracias al vídeo puedo aclararme aún mejor. ¡Muy buen trabajo!
    Una pregunta, ¿Aunque el dolor no llegue a ser muy intenso podría comenzar a tomar algún fármaco o mejor pregunto a mi médico de cabecera? Encarna Collados

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  2. María Hernández Galván17 de febrero de 2014, 16:53

    Imprescindible información a la hora de cuidarse, pero ¿esta enfermedad podría derivar a otras más graves? Creo que ante la posesión de alguno de los síntomas mencionados la mejor forma de salir de dudas es acudiendo al médico de cabecera. Pero es posible prevenir algunos de estos síntomas. Aunque me ha servido bastante para conocer la enfermedad, me permito la libertad de añadir algunas medidas dietéticas a este artículo, ya que lentamente a los 20-30 años el estómago y los intestinos pierden la capacidad de digerir los alimentos que tienen lactosa y los que son ricos en fructosa. Algunos de ellos son el pan, los cereales, las galletas, la leche, el chocolate, la miel, los refrescos o las frutas.
    Y aquí dejo otro vídeo que explica la importancia de los alimentos que tomamos y lo que influyen en el desarrollo de esta progresiva enfermedad. http://www.youtube.com/watch?v=A7p-ksI1HqE&hd=1

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  3. Buen artículo dado que no es un tema muy tratado actualmente. Nos ayuda a prevenir este tipo de síndrome , saber lo que realmente nos sucede porque cuando vamos al médico quizás no entendamos los términos empleados. En resumen tratar temas de salud son muy útiles, podemos prevenir miles de enfermedades y como he visto en otros artículos saber qué es saludable para nuestro organismo. Paula Hernandez Baño

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