Es una de las frutas que
aportan mayor cantidad de vitamina C que nos ayudará a aumentar las defensas,
tan necesarias en los meses fríos. Esta vitamina fortalece el
sistema inmune, combatiendo la gripe, los resfriados y las infecciones, reducen
el riesgo de enfermedades del corazón. Su riqueza en ácido cítrico produce un
efecto desinfectante. La vitamina C, se pierde rápidamente en su contacto con
el aire, por eso es necesario consumirla de forma instantánea, ya sea en zumo recién exprimido, o comiéndola recién pelada.
La Vitamina B6 de la naranja
estimula la producción de hemoglobina. Ayuda a prevenir el cáncer de
pulmón.
La fibra de la naranja mejora el
estado del sistema digestivo, lo que ayuda a combatir el estreñimiento;
mantiene los niveles de glucosa en sangre bajo control y reduce el colesterol
malo. Además favorece la recuperación de la flora intestinal.
La Vitamina A de la naranja es
antioxidante, por lo que aporta propiedades anti envejecimiento que combaten el
daño celular. También ayuda a mantener la piel saludable.
El Acido fólico de la naranja
ayuda a mejorar el estado de la piel, y protege la salud del cerebro.
Son ricas en calcio y
magnesio: El Calcio de la naranja fortalece los huesos y los dientes, y el magnesio
mantiene la presión arterial bajo control.
Las naranjas suministran mucha
fibra (dos piezas aportan casi el total de la cantidad diaria recomendada). La
fibra nos ayuda a mejorar el tránsito intestinal y combate el riesgo de
obesidad, enfermedades cardiovasculares, el cáncer de colon, diabetes o
estreñimiento.
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