Hace unos días llegó a mis manos una carta que la educadora sexual Carina Kolodny publicó sobre el lastre que sigue suponiendo para las chicas la educación tan machista que reciben tanto ellas como los chicos. La sobreprotección de los padres hace que, sin quererlo, nos hagan sentir culpables de lo que nos puede pasar si llevamos una falda corta, un escote o los labios rojos. Podemos ser insultadas, agredidas o, incluso violadas. Pero ella iba más allá y decía que hay que verlo desde el otro lado, que el culpable de las vejaciones o de la violación no es la chica, ella es la víctima y podrá vestir como quiera, por tanto, los padres deben educar a hijos varones que respeten a las mujeres y las traten como iguales.
Esto dio lugar en una sesión de tutoría a un debate con los alumnos de 3ºBX en el que tanto unas como otros vieron reflejadas en esta carta el discurso de sus padres de todos los sábados cuando salen.
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