Fuente: Obesidad y adolescentes |
- La prevalencia de obesidad infantil y juvenil en países occidentales se encuentra alrededor del 4%.
- El aumento de la obesidad se debe a: malos hábitos alimentarios, sedentarismo, problemas emocionales…
- La obesidad puede tener repercusión psicosocial, baja autoestima, bajo rendimiento escolar y aislamiento, además de muchas patologías asociadas.
La obesidad es el incremento del peso corporal
asociado a un desequilibrio en las proporciones de los diferentes componentes
del organismo. Aumenta sobre todo la grasa con una anormal distribución por el
cuerpo y puede provocar o predisponer a padecer otras enfermedades.
- Hábitos nutricionales: cada vez más los adolescentes dejan de comer una "dieta mediterránea" (rica en fruta, verdura e hidratos de carbono complejos) para llevar una dieta rica en grasas y azúcares de absorción rápida; es decir, alimentos que tienen un alto contenido energético y poco volumen (bollería, pasteles o dulces.
- Sedentarismo: la menor actividad física en los adolescentes debido a que sus actividades de ocio son muy pasivas: ver la televisión, los centros comerciales, la consola
- La influencia de la moda: la publicidad bombardea a los jóvenes animándoles a consumir un gran abanico de bebidas y comida de alto valor energético y poco saludables (refrescos, comida rápida, snacks)
- Problemas emocionales: sobretodo de ansiedad en adolescentes con problemas familiares o en la escuela. La única manera de calmar la ansiedad es comiendo (como una fuente de placer o recompensa).
No hay que olvidar que los
factores genéticos, hormonales o de salud pueden influir en padecer
obesidad; aunque estas causas son las menos frecuentes, lo habitual es la
adquisición de unos malos hábitos alimentarios.
Tratamiento
Las pautas dietéticas que se
recomiendan son diferentes en función si es un adolescente o bien un niño que
todavía no ha hecho el "estirón". En el caso del niño no se deben
recomendar las dietas bajas en calorías, sino aconsejando una dieta adecuada para su edad y evitando tan solo la ingesta de alimentos de alto
contenido energético como bollería, chucherías, embutidos. Se recomienda comer
cinco raciones de fruta y verdura al día.
En el adolescente ya se puede
introducir una dieta hipocalórica durante tiempo no demasiado prolongados. Se
debe aconsejar hacer cinco comidas al día: desayuno, media mañana, comida,
merienda y cena.
La actividad física debe ser recomendada siempre. Se deben recomendar los paseos
diarios, subir escaleras. El adolescente debe escoger un deporte que le guste y
que le motive su práctica. Lo ideal es realizar una actividad física aeróbica
regular (natación, ciclismo o marcha) con una periodicidad de tres días a la
semana.
En los adolescentes no se
recomiendan los fármacos para reducir el apetito. La cirugía bariátrica
(técnica del bypass gástrico) está contraindicada en la obesidad infantil,
y únicamente ha sido considerada en algunos adolescentes con obesidad mórbida y
graves problemas añadidos.
Las complicaciones
de la obesidad son muchas, sobretodo que un adolescente obeso será un adulto
obeso. El sobrepeso en el adolescente puede tener una repercusión psicosocial
importante llevando a la baja autoestima, el bajo rendimiento escolar y el
aislamiento. La obesidad puede producir alteraciones hormonales, respiratorias
(apneas durante el sueño), cardiovasculares (hipertensión arterial),
escoliosis, alteraciones cutáneas o digestivas (esteatosis hepática) que
disminuyen la calidad de vida del adolescente.
Pirámide de los alimentos para los adolescentes La prevención de la obesidad se debería hacer desde la primera infancia: |
- Promocionando la lactancia materna.
- Retrasando la introducción de la alimentación complementaria hasta los seis meses .
- Promoviendo campañas de educación sanitaria en la sociedad y las escuelas que promocionen hábitos de alimentación y actividad física saludables.
Fuente: http://www.mapfre.com/salud/es/cinformativo/obesidad-y-adolescencia.shtml
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